Son la primera línea de defensa y permiten sofocar fuegos en su inicio. Se distribuyen estratégicamente para que las personas tengan acceso rápido al extintor adecuado, como el de polvo, CO2 o agua, según el riesgo.
El agua es un agente extintor tradicional y altamente efectivo. Al entrar en contacto con el fuego, reduce el oxígeno y absorbe el calor, apagando las llamas. Además, es segura y ecológica. Abastecimiento de agua contra incendios: Garantiza un suministro constante de agua mediante depósitos y sistemas de bombeo, asegurando un flujo y presión adecuados.
Con tuberías y mangueras, estas redes abastecen a las Bocas de Incendio Equipadas (B.I.E.) estratégicamente ubicadas en toda la instalación, proporcionando acceso rápido al agua para combatir incendios.
Exclusiva para bomberos en edificios altos, permite inyectar agua desde el exterior en la ubicación más conveniente para apagar el incendio. Hidrantes y casetas de dotación: Red interna en empresas grandes, que incluye una red de tuberías normalmente subterráneas con hidrantes cada 80 metros para suministrar agua a varias mangueras simultáneamente y proporcionar agua a los servicios de emergencia
Equipos mecánicos utilizados en situaciones de alto riesgo, capaces de descargar grandes cantidades de agua o agua/espuma a larga distancia reduciendo el riesgo a través de su uso para los equipos de extinción. Detección de humos: Sistemas manuales y automáticos que detectan incendios y activan alarmas, alertando a las personas presentes para mejorar la capacidad de respuesta ante una intervención o una evacuación temprana y notificando a las autoridades, incluso en momentos en que la instalación está desocupada.
Protegen áreas de alto riesgo sin depender de la intervención humana. Utilizan agentes extintores específicos, como espuma, polvo o gas, para sofocar rápidamente el fuego
Controla la propagación del fuego y la acumulación de humo en espacios cerrados, favoreciendo la evacuación segura de personas o protegiendo bienes al retrasar la evacuación de humo para el disparo de sistemas automáticos de rociadores y la entrada de aire fresco según sea necesario.
Ayudan a localizar objetos, peligros, conocer rutas de evacuación y equipos de seguridad rápidamente. También se requiere iluminación de emergencia en las vías de evacuación. En conjunto, estos sistemas y medidas contribuyen a prevenir, detectar y controlar incendios, lo que garantiza la seguridad de las personas y la protección de bienes en caso de una emergencia. Cada uno de ellos desempeña un papel específico en el protocolo de respuesta contra incendios.
